Disfrutar de las vacaciones de invierno en Finlandia es una de las grandes apuestas de BCD viajeros para despedir 2019
Recién estrenado el último trimestre de 2019, asoman en la agenda las vacaciones que quedan por disfrutar. Aunque el verano se resiste a abandonar nuestras maletas y se hace lejano pensar en nieve, lo cierto es que éste es el momento perfecto para reservar un viaje inolvidable de Navidad a un precio irrepetible. Y si hay un destino navideño por excelencia, ése es Laponia.
Las razones para visitar la región finlandesa donde habita Papá Noel son infinitas, pero hoy en nuestros #MiércolesViajeros vamos a resumirlas en cinco:
1. Laponia en Navidad es naturaleza en estado puro. La kaamos o noche polar convierte cada jornada en un espectáculo de suprema belleza. Cierto es que las horas de luz son pocas, pero precisamente esto es parte del encanto del invierno lapón, que permite al viajero disfrutar de la experiencia única de las auroras boreales. Ver el cielo teñirse de colores casi místicos, en gamas que van del rojo al verde, envueltos en una suave manta y tomando un buen chocolate caliente, se convierte en un placer al que pocos pueden resistirse. Para los más naturalistas se vuelve imprescindible una visita al Parque Nacional Oulanka, todo un universo natural en el que contemplar regias cataratas desde puentes colgantes.
2. Un viaje a Laponia es un auténtico regalo para la familia. Porque ésta es una de las pocas regiones en el mundo donde un viaje con niños se convierte en una experiencia legendaria. El responsable de este argumento mágico no es otro que Papá Noel, que tiene su residencia en el Círculo Polar Ártico. Disfrutar de una visita exclusiva a la Aldea Santa Claus y compartir jornada con los elfos mientras vemos cómo se franquea nuestra carta con el sello especial de la oficina de correos del mismísimo Papá Noel es una vivencia que hará las delicias de los peques… y de los que ya no lo son tanto.
3. Laponia es la cuna del relax. O al menos de una de las costumbres más asociadas al wellness: la sauna finlandesa. En todos los viajes que se precien a esta región disfrutaremos del ritual de la sauna, en su cabaña de madera, con todo lujo de detalles para renovar nuestra piel mientras conectamos con nosotros mismos.
4. Laponia ofrece experiencias únicas. Un safari en moto de nieve, un paseo en trineo tirado por renos… ¿dónde disfrutarlo si no es aquí? Los más aventureros tienen un reto único en Finlandia: atreverse con un baño en el mar helado, previamente ‘surcado’ en un barco rompehielos. ¿Demasiado frío? Tenemos plan B: atreverse con el siempre divertido deporte de la pesca en el hielo.
5. Este viaje es toda una joya. Sobre todo porque permite al viajero conocer una de las escasas minas de amatistas que admiten visitas. La mina de amatista de Rovaniemi, en el Parque Nacional de Pyhä-Luosto, se explota de manera artesanal y los visitantes tienen la opción de experimentar el proceso con sus manos… ¡e incluso encontrar su propia piedra preciosa!